La batalla de Iwo Jima quedó inmortalizada en la foto de unos soldados izando la bandera norteamericana. Es la imagen más indeleble de la Guerra del Pacífico, un momento en el tiempo inserto en un film sobre cinco marines y un sanitario de la Marina levantando la bandera de EE.UU. en el monte Suribachi, pocos días después de comenzar la encarnizada batalla por la guarnición japonesa de Iwo Jima.
Más que narrar la contienda en sí, “Banderas de nuestros padres” se centra en las consecuencias de dicho enfrentamiento. Consecuencias para todo un país necesitado de grandes héroes, para las madres que perdieron a sus hijos, y sobre todo, consecuencias para un grupo de muchachos, compañeros de pelotón, que no pidieron ser héroes.
El film es un golpe contra los intereses de una nación por tener la necesidad imperiosa de crear héroes, aunque éstos no sean verdaderos, y venderlos como tal, no sin antes aprovecharse económicamente de ello lo máximo posible, y luego con el paso del tiempo olvidarse totalmente de estas personas anónimas. Es precisamente en este segundo punto donde la película alcanza sus momentos más álgidos.
De los seis hombres que aparecen en la famosa fotografía del izado de la bandera en Iwo Jima sólo tres salieron con vida de la isla. Esos tres hombres, llevados de vuelta a los Estados Unidos al acabar la batalla por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, serían utilizados por el gobierno norteamericano para hacer una gira por todo el país con el objetivo de recaudar fondos para sufragar la guerra. Una gira que fue un rotundo éxito y que recaudó más del doble del dinero que tenía como objetivo.
Pero aquellos tres hombres, vistos por prácticamente todo el mundo como héroes, en realidad quedaron marcados para todas sus vidas por lo que vivieron en aquella isla y ésa es la historia que cuenta esta película, mezclando escenas del presente, del campo de entrenamiento en el que estuvieron antes de Iwo Jima, de la batalla en sí, de la gira y algunas de después de la guerra.
“Banderas de nuestros padres” está basado en el libro homónimo escrito por James Bradley, hijo de John Bradley, uno de aquellos tres supervivivientes, que a la muerte de su padre se entrevistó con otros veteranos de Iwo Jima para intentar entender cómo aquella experiencia había marcado a su progenitor de tal modo que durante toda su vida se negó a hablar de ello.
De esa manera, la película tiene un poderoso aire desmitificador que intenta reflejar la guerra como una terrible barbaridad, a la vez que pretende ser una reflexión sobre los motivos que llevaron a aquellos hombres a sacrificar su vida.
En la Biblioteca Pública Municipal de San José de La Rinconada puedes encontrar la película “Banderas de nuestros padres”.